Conforme va pasando la vida uno va evolucionando, como si las cosas que ocurren se le ofrecieran a uno, sin plan premeditado propio, para servirle de travesaños en la escalera que le lleva hacia su inexorable destino, aunque a veces nos conduzca hacia callejones sin salida que necesitamos recorrer para distinguir el correcto.

Quizá la mayoría empecemos nuestra andadura por las Artes Marciales movidos por alguna inseguridad, o hayamos sido cautivados de niños por alguna película oriental con protagonistas saltando montañas, otros por ese aura de misticismo que desprenden y que parece ofrecer respuestas a eternas cuestiones ¿quién soy? ¿qué es la vida? ¿de dónde vengo? ¿a donde voy? O ambas cosas. Ya me contará el lector.

En mi caso el desencadenante fue la serie televisiva La Frontera Azul, allá por los años setenta del siglo pasado, cuando rondaba los diez años. ¿Recuerdan el prólogo los más viejos? Rezaba “Un viejo proverbio chino dice: No desprecies a la serpiente por no tener cuernos, puede reencarnarse en dragón”.  (El vídeo a continuación no era la versión final, o yo no la recuerdo así)

 

 

Por aquellos tiempos sólo estaba permitida en España la práctica del Judo, así que no tuve elección. Un niño gordo como un sumotori se encargó de desilusionarme con un pesado hon-kesa-gatame del que no pude zafarme en un randori. Aquello no era lo mío, necesitaba algo con lo que ser invencible, así que probé otro camino, ahora que estaban permitidos.

Tiempo después, las insoportables dudas de la adolescencia me llevaron a observar el fenómeno Budo con una perspectiva más religiosa. Había terminado la dictadura de Franco y las certezas de antaño se antojaban simples mentiras para mantenernos sometidos, como ya había advertido el amigo Nietzsche cuando declarara la muerte de Dios, por lo que huérfano de orientación como la mayoría, se imponía entonces buscar otro camino de trascendencia, esta vez más guay. El zen entró a raudales en mi vida, una religión o filosofía sin Dios, luego sin sometimiento a nada superior, un camino individual en el que el triunfo final sólo dependía de uno mismo, uno todopoderoso. Perfecto para una sociedad teocida, endiosada de sí misma y dictadora de su moral particular que aceptó de tan buen grado su glamour que acabamos viéndolo por todas partes, hasta en Ikea.rosa-roja-1-

Han pasado muchos años, y ahora, con medio siglo de vida ya no quiero ser más fuerte que nadie, ni mejor; si siguiese enganchado a esa motivación estaría practicando Valetudo, Real Aikido o algo similar. Tampoco encontré en el orientalismo más que saltadores de montañas, así que, defraudado, me convertí en un hijo pródigo más, y las despreciadas certezas de nuestra civilización se me aclararon igual que alguno de mis haikus favoritos, en los que antes buscaba ocultos significados y ahora sólo veo belleza, sublime Arte Lingüístico, desprovisto de emociones, simple sentimiento, éxtasis tranquilo ante la descripción de una naturaleza pura y perfecta. ¿Por qué habría que colocarse atributo alguno a algo perfecto? Así sólo dejaríamos de ver lo esencial.

De forma significativamente similar, de las Artes Marciales ya sólo me interesa la belleza, la de la técnica esculpida con la máxima precisión como un magistral bailarín de ballet clásico, sin concesiones a nada que no sea la pura perfección. La belleza de la armonía y fluidez de los movimientos. No busco nada más, porque buscar otra cosa sería perder su esencia.

Por fin se han desprovisto de cualquier otro sentido que no sea ellas mismas, puras, sin más, sin ornatos ni aditamentos de ninguna clase. Y por eso he dejado de ser un budoka, ahora dedico mi tiempo libre al arte, al arte marcial.

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11 comentarios en “La evolución de un concepto

  1. Me alegra que te guste, me salió poético y mira que me repatea la poesía. Así fueron las cosas, y así son, puro arte, limpio de contaminantes de ningún tipo. Pero esa es mi historia.

    Sobre el aikido yoshinkan, teniendo en cuenta que me gustan pocos estilos, no digo nada nuevo: no me gusta un pimiento, es una mala mezcla de posturitas de karate, kamaes ridículos y técnica robótica de aikido. No me convence, la verdad. Pero tampoco me convence lo que yo practico, algo hay que practicar, pero me mantiene ágil, me obliga a estrujarme los sesos, paso un rato divertido y conozco a gente, alguna interesante.

    El aikido que más me gusta es el del difunto Shoji Nishio, pero hay demasiadas armas y acaba siendo pesado.

    ¿Y a ti? ¿Cuál es el estilo que más te gusta?

  2. Estimado, soy ajeno a esta conversación pero me permito un comentario sobre los asíllamados "estilos": nosotros practicamos el Aikido de Saotome Shihan, discípulo de O Sensei, y en su Aikido se ve el linaje de O Sensei, un Aikido plagado de armas: 1 y 2 espadas, jo, baston corto, baston medio y baston largo, cuchillo, alabarda, boshuriken, lanza, fusil con bayoneta, etc. (un Aikido incluso más lleno de armas que el de Saito y Nishio). Dejando de lado las armas, en el Aikido de Saotome se ve un sistema que no solo toma las tradiciones corrientes del Aikido, sino que incorpora un enorme bagaje técnico relativo al Karate, el Judo y el Boxeo. En definitiva, el Aikido es un sistema de artes marciales mixtas, no hay nada nuevo bajo el sol, simplemente hay que practicar el verdadero Aikido si se busca eficiencia, cosa que es posible si uno se contacta con maestros de verdadero linaje marcial. Hubo y hay unos cuantos, por nombrar solo algunos, fíjate el sistema de entrenamiento de Saotome, Nishio, Kuroiwa, Shimizu, Saito, Shirata, Tomiki, etc, verás cosas muy interesantes ahí. De todas maneras, lo mejor no está en video ni en fotos: las prácticas avanzadas de los discípulos de Saotome, por ejemplo, son solo accesibles a partir de 3 o 4 Dan, son privadas, hay entrenamientos cruzados con gente de Systema, Krav Maga, Kali, Karate, Boxeo, etc., y está prohibido filmar o fotografiar. Créeme que se ven allí elementos técnicos de muy alto valor y utilidad marcial. Saludos desde Argentina.

  3. Aquí nadie es ajeno, amigo, siéntete como en tu casa. A mi Saotome no me gusta, para qué te voy a engañar, tiene mucho nombre, pero para mí no es un buen referente. No veo el "bagaje técnico" que nos cuentas.

    Nishio es muy bueno porque antes de hacer aikido ya era un experto en otras AAMM, una laguna importante que tiene casi todo aikidoka.

    Lo de las "clases privadas" es un mito, ¿has asistido a alguna? yo las he recibido de todo tipo y te aseguro que no hay nada secreto en las AAMM. Como tú bien dices, nada nuevo bajo el sol, filmado o sin filmar (eso se dice para alimentar la leyenda)

    Un cordial saludo desde España

  4. Long, perdón por mi falta de cortesía, al responder tardíamente!
    Mis favoritos…. Nishio ( lo descubrí hace poco ) me fascina su técnica y aunque posee mucha práctica con armas, su forma de aplicarla y mostrarla, me gusta!
    Últimamente estoy viendo a dos ponjas, que me parecen muy interesantes por su sencillez y no ser mágicos: Henry Kono y Suganuma Morito. Tal vez no sean muy buenos, pero a mí , me encantan!
    Te dejo dos links, uno de Kono y otro de Suganuma:
    pd: no me los tires muy abajo! jejeje Abrazo Long!!

    http://www.youtube.com/watch?v=EdBB4QGtVGs&feature=related

    http://www.youtube.com/watch?v=jZZNdTb1S6E

  5. Hola Long. El Yoshinkan me gusta, Gozo Shioda y Yasuhisa Shioda, dicen en " Aikido Total":

    En Aikido usamos con frecuencia la palabra "Ki", o energía, pero esta palabra tiene una diversidad de significados. El "Ki", tal como se manifiesta en la ejecución de las técnicas, es lo que tenemos cuando los componentes de la postura correcta, la sincronización, ect., se unen de forma que alcanzamos el estado mas elevado de equilibrio perfecto. Puede decirse que el " Ki" es "el dominio del equilibrio".
    No habla de magia, si no de, sincronización perfecta. Por lo menos a mí, no me parece tonto, aunque si, muy difícil de alcanzar!
    Abrazo Long!!

  6. Perdona tú también y todos los lectores, he estado fuera diez días y os he tenido abandonados. Luego miraré con detalle tus comentarios y charlaremos.

    Abrazos a todos

  7. Me voy a permitir un comentario breve acerca del Ki.
    El Ki no es nada, nada de nada. A mí me hicieron una demostración perfecta de lo que es y lo propongo como experimento para todo aquel que quiera comprenderlo de verdad, sin mitos ni religiones ni prejuicios:

    Sientese tranquilamente y coloque un vaso de agua un tanto alejado, con medio metro basta.
    Ahora suponga que tiene sed y desea el agua ¿Qué ocurre? Que de modo semi inconsciente el brazo "se mueve" en dirección al vaso, lo agarra y lo acerca a la boca.

    Ahora piense en la cantidad de procesos mentales que han ocurrido:
    – Se ha calculado perfectamente la distancia hasta el vaso.
    – Se ha aplicado la presión exacta para levantarlo sin romperlo o tirarlo.
    – Se ha calculado con precisión el movimiento necesario para llevarlo a la boca, a un punto preciso y se ha colocado el vaso en la posición correcta para que la boca reciba el agua en la cantidad y flujo correcto, sin desparramarla, para poder tragarla.
    – Todo ello sin pensar, sin que intervenga el cerebro de un modo consciente.

    ¿Cómo ha ocurrido todo eso? ¿Qué "fuerza o energía" lo ha provocado?…
    Eso es el Ki.

  8. Se me había pasado esta más que interesante entrada!!! Imperdonable! 😛

    Yo pasé mi adolescencia en un pueblo/ciudad cercano a Madrid, donde la violencia y las bandas callejeras eran lo normal, así que mi desencadenante fué Bruce Lee… be water my friend!

    40 años después veo las cosas de un modo radicalmente diferente, no entro en el Zen, puesto que me parece algo puramente oriental que no tiene encaje en el modo de vida occidental. Uno no puede pasar el rato en el "vacío" si piensa en la hipoteca, el coche, los niños… y como no me gustan las contradicciones, jamás entré en él, aunque, para los curiosos, sí lo he investigado e incluso me he paseado por los más famosos "jardines Zen" y me he empapado de la obra de Suzuki.
    Admiro la simplicidad de los Haiku y me pirro por Ikebanas y escritura con tinta además de haber practicado bastantes artes marciales alcanzando un mínimo de 1er Dan en ellas antes de decidir si son mi camino o no.

    Aún me queda mucho por investigar y aprender, con respecto al Aikido, mi referente es Gozo Shioda, desprovisto de misticismo y dominando ángulos, inercias y trayectorias casi a la perfección desde mi punto de vista, aunque no soy aikidoka.

    Mis inquietudes intelectuales me llevaron en codearme con la Comunidad Japonesa en Madrid, un mundo bastante cerrado, por cierto, con la inmensa suerte de conocer Maestros de todo tipo: Ceremonia de Te, Ikebana, Shodo, Karate, Kobudo, Jujutsu… que me ayudaron a comprender las claves culturales de un pais.

    Por lo que hoy contemplo todo eso sin mitos, a pie de calle. Son tradiciones, hacen esas cosas como nosotros bailamos jotas y muñeiras, usamos porrones y botijos, leemos el horóscopo, etc… lo cual ni es ningún mérito ni demérito.

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